mercredi 29 octobre 2014

Porque mi metodo se llama Tango-Relationnel




Un tanguero me preguntó, recientemente,  por qué mis talleres se llamaban Tango-Relationnel:  “ ¿ Se trata de Tango Argentino tu asunto ? ”




Esta pregunta fue el inicio de una reflexión que me reenvió a mi primer contacto con el tango…Tuve la suerte de hacer mis primeros pasos en un lugar increíble de Buenos Aires que, 22 años después, existe todavía:  ¡ El Estudio Dinzel !



Pequeño en su tamaño  (dos piezas de quince metros cuadrados que dan a un patio ) pero inmenso por el impacto que tiene sobre la vida de bailarines y profesores del mundo entero que lo frecuentan.

Es un lugar de aprendizaje del tango con un funcionamiento particular :

No hay grupos por nivel, los debutantes bailan con bailarines de escenario.
El profesor está sentado, pues no se trata de imitarlo.
Se come, se toma (sobre todo mate), se charla y se baila todos los días de 11:00 a 17:00 hs
De ese lugar salieron la mitad de las estrellas de tango argentino que hoy recorren el mundo.




Mi encuentro con el “Maestro” Rodolfo Dinzel marcó decididamente mi camino en el universo tanguero.  Comprenderán por qué….

¡ Yo había puesto el objetivo alto !

Pensando estar en la ciudad sólo algunos días,  me daba cuenta de la imposibilidad de aprender todas las figuras.

Entonces, le pedí que me diera un curso particular para transmitirme la esencia del tango. ¡Nada más y nada menos!

Imaginen el rompecabezas del profesor :  una hora para sembrar en el cuerpo de una francesa, sin ninguna predisposición particular, las semillas que harán de ella una bailarina de tango…


Era necesario que el genio del artista se uniera a la creatividad del pedagogo para superar el desafío.  Hacía falta, también, que la principiante que yo era no se inquietara y tuviera suficiente apertura de espíritu  para aceptar que el curso tomara la orientación que tomó…

El maestro empezó así :  “ Para una europea lo más difícil es el Abrazo.  No hay que confundir darse con abandonarse.  Dicho de otro modo, es importante entregarse en el vínculo sin perderse”.

Yo estuve de acuerdo con el enunciado propuesto, sin embargo el primer ejercicio que me propuso me pareció “poco académico” :

¡ Este es Leo que te permitirá sentir la diferencia ! “


“ Durante el tiempo de un tango Leo va a separar sus piernas, poner sus manos contra la pared y permanecer inmóvil, mirando la pared ( como si la policía lo registrara ), y vos podrás tocarlo donde quieras; luego será tu turno de estar inmóvil en la misma posición y Leo te tocará donde quiera durante los tres minutos de  otro tango. “

Desde las primeras notas de música mi mental enloqueció :

¿ Qué es esto ?

¿ Qué relación tiene con el tango ?
¡ Es humillante si le toco la “cola” !
¿ Le hago cosquillas o la voy  de sensual ?
¡ Mejor evito los genitales,  y espero que el también será “correcto” !
¿ Habrá que seguir la música o no ?
Tres minutos después era mi turno de quedar inmóvil para recibir los toques del joven que alternaba caricias, roces y otros masajes.
Terminado ese primer ejercicio me di cuenta hasta qué punto  había sido incapaz de distenderme y cómo la situación me resultaba molesta e impúdica.
Pero, había tomado una hora de curso y quedaban todavía cincuenta minutos.
“ Durante el próximo tango se quedarán los dos inmóviles, pero frente a frente y abrazados como si fueran dos amigos que se reencuentran. “
Tres minutos sin moverse en los brazos de un desconocido, era nuevo para mí.
Intenté escapar de la intimidad balanceándome un poco como en un “bolero”, pero mi compañero impidió esta escapatoria frenando todo movimiento.
Terminé por quedarme quieta zambulléndome en su cuello, aprovechando su suave perfume.
Yo no sabía cual de los dos ejercicios me había incomodado más.  Tocar y dejarse tocar o la proximidad en la inmovilidad.

El aprendizaje de figuras llegó mucho más tarde.  Pues es por la aceptación de la presencia del otro, de su contacto, y por el hacer nada, sólo ser, que yo nací al tango.

Con el tiempo entendí que es fundamental sentir que el tango conforma primero la intimidad relacional y que es indispensable preparar los cuerpos y el espíritu para esa intimidad.


Frecuentemente observo lo contrario : los movimientos de los bailarines no son la expresión de esta relación íntima sino más bien una escapatoria para no sentir la realidad del vínculo.

hasta la próxima




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